A 35 años de MDQ, temporada de invierno, gira y más destinos exóticos. Lo que comenzó como un programa de surf netamente marplatense, fue mutando hasta convertirse en el programa de aventuras por el mundo y humor, con el sello inconfundible de los hermanos Weinbaum.
En el año que el programa MDQ -originalmente MDQ Surf y actualmente MDQ Para todo el mundo- cumple 35 años de existencia, sus creadores no solo siguen pensando en nuevas aventuras extremas y en mostrar rituales, lugares y costumbres desconocidas para la cultura occidental, sino que tuvieron un desafío impensado: debutaron en teatro.
Utilizando el formato televisivo característico que los hizo famosos y combinando la aventura con el humor que también es su sello, Eugenio y Sebastián (Culini) Weinbaum, desarrollaron con su productora familiar “Dos Piratas y un Tesoro”, una obra de teatro en la que muestran de manera diferente su pasión por la aventura y la exploración.
Tras la experiencia de la temporada de verano en el Teatro Atlas, que les resultó “fascinante”, ahora realizarán solo cinco funciones en el Teatro Municipal Colón, en el marco de las vacaciones de invierno.
La obra, que cuenta una historia de búsqueda del “mejor tesoro del mundo”, subirá a escena este martes 16 y lunes 22 de julio a las 21 y sábado 20, miércoles 24 y sábado 27, a las 18.
La propuesta de los hermanos Weinbaum ya demostró su capacidad de unir generaciones, en un viaje lleno de humor y emoción.
“Nos ha sorprendido que vienen a vernos el abuelo, los padres, los hijos y nietos, todos juntos, porque nos fueron descubriendo con el paso de los años”, contó Eugenio en una charla con LA CAPITAL, en la que reconoció que “35 años es toda una vida”, sobre todo en un ámbito tan cambiante, como la televisión.
Seguir sumando millas
Tras las funciones en Mar del Plata, lugar que priorizaron para el receso invernal por sobre la posibilidad de instalarse en Capital Federal, los hermanos saldrán de gira por Buenos Aires, Córdoba y Rosario.
De esta forma continuarán viviendo la experiencia de las tablas y sumando millas locales, antes de volver a subirse a un avión para descubrir más ritos, culturas, monumentos, personas, experiencias y compartirlas con la fiel audiencia en una nueva temporada de “MDQ para todo el mundo”, tras la de 2022, en la que mostraron, entre otras cosas, lo más desconocido de Etiopía y Haití.
“Estamos estudiando lugares para otra temporada de 13 capítulos. Cada temporada, nos lleva aproximadamente tres o cuatro años de trabajo”, comentó Eugenio.
La producción de “MDQ para todo el mundo” es “artesanal”. “Viajamos Culini y yo solos, no vamos con equipo de producción. Somos los productores, los camarógrafos, todo el equipo somos él y yo con una camarita de mano cada uno”, explicó Eugenio.
Esta forma de trabajar les permite una mayor autenticidad y respeto por las culturas que visitan, evitando ser invasivos y manteniendo la esencia de cada lugar.
Así, “MDQ para todo el mundo” ha dejado una huella imborrable en la televisión argentina, no solo por sus impresionantes aventuras, sino también por su capacidad de educar y entretener al mismo tiempo.
“Siempre tratamos de colmar la curiosidad de la gente, mostrar algo que te puede llegar a dar conocimiento, con mucho respeto, sin ser invasivos. A veces priorizamos que haya imágenes un poco oscuras, a interferir en la comunidad que visitamos”, explicó Eugenio.
En ese sentido recordó uno de sus últimos viajes a la comunidad Mursi, -“los guerreros más temidos de África”-, con quienes estuvieron varios días y donde tuvieron oportunidad de presenciar ciertos rituales que, generalmente, no son permitidos para occidentales.
También recordó el gran recorrido por cornisas entre precipicios para llegar al templo “más cercano al cielo”, que tiene más de 1.400 años de antigüedad y frescos muy bien conservados o haber sido los primeros argentinos surfeado unas olas gigantes a las que pocos deportistas de elite mundial han accedido.
La aventura y el peligro son componentes intrínsecos de “MDQ para todo el mundo”. En ese marco, Eugenio resaltó que siempre hay una cuota de miedo en las incursiones que han realizado. “El miedo pone adrenalina, en tensión, pero te deja capacidad de reacción, distinto del pánico que te paraliza. Creo que el miedo es lo que nos ha mantenido con vida”, reflexionó.
Entre los cambios y mantener la esencia
Mucha agua ha pasado bajo el puente entre aquellos días de 1987/88 y la actualidad.
Weinbaum, reconoció que mientras están digitalizando todos los archivos de MDQ, que conservaban en formatos VHS, Umatic y Betacam, han encontrado “cosas que hoy vemos de manera muy diferente, pero otras en las que mantenemos la esencia intacta”.
Por ejemplo, reflexionó que “encuentro que hasta hemos abordado temas de política, cuestionando hasta a un presidente en momentos en los que estábamos muy mal y en un programa de surf. Era una locura, pero era así. Hoy, en cambio, sería impensado hacerlo”.
¿Qué nuevas aventuras, experiencias, geografías compartirán tras la gira teatral? Eugenio prefiere mantener la incógnita y la sorpresa.